III
El dilema, como me dice mi ángel
con la breve intensidad que eso implica
y empequeñezco
ante lo que me gritan mis grietas
en este punto álgido de inexistente cordura
El dilema, como me dice mi ángel
(ya calcinado)
es que me gusta ser autodestructivacon la breve intensidad que eso implica
y empequeñezco
ante lo que me gritan mis grietas
en este punto álgido de inexistente cordura
(o de demasiada)
que lo sé
que ella nunca estuvo
vida, alma, paz, luz, verdad
y así es que hoy me llama
aprovechando que ya estoy más que hecha cenizas
vida, alma, paz, luz, verdad
y así es que hoy me llama
aprovechando que ya estoy más que hecha cenizas
susurrándome
lo sé
que acepto mis grietas como mías, estos años que escuecen y estos pensamientos que dejan cicatrices,
que me miento y me vendo
y que me gusta que duela
para tener otra excusa absurda para recurrir a ella
y así me repite mi ángel,
y así me repite mi ángel,
que de eso se trata
que por fin la he descubierto
que hoy cuestiono su existencia
pero no la mía
que arriesgo por mí
que por fin la he descubierto
que hoy cuestiono su existencia
pero no la mía
que arriesgo por mí
y no reniego
y que aunque me autodestruya
y que aunque me autodestruya
(siempre aposta, para nunca olvidar que es merecido)
por fin hoylo sé
que acepto mis grietas como mías, estos años que escuecen y estos pensamientos que dejan cicatrices,
como el fruto de de mis desdichas y que gracias ángel, por alentarme siempre a cometerlas una y otra vez, a pesar de este estúpido deseo de querer mantener la gravedad.
vida
yo misma
yo misma
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